14 CONSEJOS PARA AFRONTAR LA CUARENTENA

En estas últimas semanas nuestras vidas han cambiado muchísimo, más de lo que podíamos imaginar. La cuarentena, o más correctamente el confinamiento, a causa de la pandemia de corona virus, nos ha hecho vivir nuevas experiencias, nuevas sensaciones, nuevas formas de relacionarnos con el trabajo y con nuestros amigos y familiares. Sentimos incertidumbre, miedo, alegría. Tenemos una mezcla de sensaciones y sentimientos. Todo esto es normal. Los expertos en psicología del mundo han estudiado los impactos de las cuarentenas o confinamientos que se han vivido en el pasado y tienen muchos consejos sobre cómo debemos afrontarlas.

 Sobre la base de la opinión de dichos expertos y nuestras propias experiencias de las últimas semanas con pacientes, amigos y familiares, hemos preparado un listado de 14 consejos que esperamos les puedan ayudar a hacer de esta cuarentena, una experiencia más llevadera e incluso positiva.

1.     Acepta tu situación actual

 La ansiedad es natural. Es natural sentir miedo y angustia por lo que ocurre. Es normal sentir incertidumbre sobre nuestro futuro, nuestros ingresos, el trabajo y estudio de nuestros hijos.

 Es normal querer saber que pasará después… cómo será el mundo post-coronavirus. No luches contra  esta realidad. Acéptala. Nosotros no podemos cambiarla. Lo que tenemos en nuestro poder  es aceptar esa realidad e invertir esas energías  mentales  en tratar de estar positivos.

2.     Disfruta del presente y agradece

 Enfócate en lo que tienes actualmente, en el presente. Enfócate en lo que puedes controlar y no en aquello que no puedes.  la nueva realidad, aunque te parezca difícil. Disfruta del momento de cercanía con tu familia, aprovecha para hablar de las cosas que no hablas, para jugar cosas nuevas. Disfruta de tu cuarentena.

Tenemos muchas cosas que agradecer. Toma una libreta, y anota cinco positivas que te han pasado en estos días, por más pequeñas que sean. Puede ser un gesto cariñoso de un familiar, una llamada que no esperabas, una cosa positiva en el trabajo, un bonito atardecer. Cada día añade una cosa positiva adicional en esa lista. Al final de día, léelas en voz alta y agradece por ellas. Intenta transitar el día con estas ideas positivas en la cabeza y tenlas muy presentes.

 Si te animas, compártelas con alguien más. Verás como este agradecimiento se transforma en actitud positiva, en alegría que te llenará a ti y contagiará a los que te rodean de forma natural y profunda.

 Si te animas a llegar más lejos todavía, organiza en tu familia rondas de gratitud donde cada uno exprese los hechos y las razones por las cuales agradecen a los demás, haciendo explícito el beneficio que el acto del otro generó en ti.

3.     No busques culpables

 No busques culpables, ni mundiales ni locales. La rabia es uno de los efectos que pueden acompañar este proceso. Rabia hacia las instituciones, hacia el Gobierno o hacia miembros de tu hogar a quienes podamos adjudicar los errores del pasado o del presente utilizando el clásico e insoportable: “viste, yo te lo dije”. Eso solo contribuye al conflicto y desanima. En estos momentos no podemos acudir a “que hubiera pasado si” sino simplemente “lo que haré” yo frente a esta situación.

 No dejes que esa rabia se apodere de ti. Vas a lograr decaerte anímicamente y correr el riesgo de que tu ansiedad siga creciendo.

4.     Gestiona tu tiempo de forma adecuada

Gestionar la dimensión temporal de la crisis es un factor decisivo del éxito. Piensa en cómo invertir este tiempo. Equilibra lo laboral, personal y familiar. Empieza con una agenda de lo que tienes que hacer. Arréglate, báñate y vístete adecuadamente como si siguieras con tu vida normal. Quítate la pijama. Por supuesto, podemos elegir un vestuario cómodo.

Establece objetivos diarios. De esa manera, tendrás una razón para levantarte cada mañana. Aún teniendo que combinar el teletrabajo y las actividades domésticas alterna con espacios de distracción, estiramiento muscular, ocio, descanso, videollamadas afectivas.

Tus hijos deben ser parte del cronograma o al menos del cumplimiento de una parte de los oficios domésticos. No les podemos dar licencia para salirse porque los estaríamos sobreprotegiendo como hemos hecho muchas veces.

5.     Enriquece tu mente y exprésate.

Aprovecha para nutrir tu mente  con actividades que te aporten intelectualmente. Mira tutoriales de destrezas que siempre quisiste desarrollar, escucha charlas de TED, visita museos virtuales, mira documentales u otros programas que enriquezcan tus conocimientos.

Exprésate artísticamente. Los ejercicios de actividades artísticas mejoran considerablemente el bienestar emocional. Puedes generarlos tú, con tus propios talentos, o ser parte de ellos. Quizás encuentres una oportunidad que siempre quisiste tener ¡Ahora es cuándo podemos aprovecharlo!

Las redes sociales son un espacio adonde puedes abrir tu talento sin que importe mucho lo que te comenten. Expresarlos a la audiencia digital te relajará y hará sentir tus quince minutos de fama que te reducirán el estrés y harán sentir más empatía, más creatividad y alegría.

6.     No abuses de las noticias

No pierdas tiempo viendo en exceso las noticias porque pueden afectar el ánimo y el espíritu. Informados sí, pero contaminados no. Aprovecha las noticias y reflexiones positivas que ya está generado este tiempo y esas sí, compártelas.

7.     Conecta a los adolescentes y jóvenes a la realidad 

Nuestros hijos deben involucrarse de una u otra manera desde las distintas edades. Es una gran oportunidad de aprendizaje. Recuerda  que esta generación ha vivido en zona permanente de confort. Con muchos gustos y complacencias a sus pies. No necesariamente porque nosotros se los hayamos dado siempre,  sino porque con la tecnología, han vivido con sus niveles de dopamina hiper satisfechos.

Conecta a tus hijos,  si son adolescentes a adultos,  a la realidad nacional. Ellos deben estar informados de lo que pasa en  su país. Comparte con ellos un noticiero nacional y coméntenlo juntos. 

8.      Mantén tu actividad física y duerme bien

Si no tienes una rutina de actividad física ¡empieza con una! Si tienes una rutina, seguramente te será más fácil ya que tu cuerpo está entrenado para eso y porque seguramente tendrás los apps o cuentas que debes seguir para hacer tu ejercicio guiado online ¡Y si no, empieza ahora porque el ejercicio no sólo mejora tu condición física, sino que   genera una serie de beneficios en el cerebro mediante la liberación de dopamina! Necesitamos estar lúcidos para actuar y pensar bien en estos momentos.

 Dormir bien es indispensable. Hay algunas personas que no están durmiendo bien justamente por la ansiedad que causa la situación. Pero tenemos que ver la forma de obligarnos a tener un sueño realmente reparador. De eso depende que podamos actuar de forma congruente al día siguiente, encontrarle el sentido a esta novedad y generar las ideas que necesitas para, reinventar quizás, tu nueva forma de ingresos, tu nueva forma de vida.

9.     Reza, medita, eleva tu espíritu

 La práctica de la oración es un medio que regala paz, esperanza. Nunca vimos la muerte tan cerca y las generaciones más jóvenes menos aún. Esta consciencia de finitud nos remite a la necesidad de vernos vulnerables, de sabernos insuficientes ante tantas necesidades. Intenta que la oración colme también el espacio familiar. Si orar regala paz personal, hacerlo en familia une y vincula.

 La meditación también es una alternativa. Hay otras personas que meditan o que podrían aprenderlo a hacer. La meditación ayuda a reducir el estrés y a conectarse con el presente.

10.  Permanece en conexión emocional o desarrolla las nuevas conexiones que necesitas

Nos encontramos en una convivencia intensa con nuestros familares y eso nos presenta realidades afectivas que no estaban presentes anteriormente por la vorágine del tipo de vida que llevamos habitualmente. Quizás esta nueva convivencia nos trae nuevas experiencias emocionales positivas pero también negativas, descubrimos distancias, vacíos, infidelidades.

Aprovecha este tiempo de cuarentena para dar lugar a la expresión de sentimientos auténticos, a reconectar con esos familiares o amigos íntimos que están al lado tuyo y quizás a otros que tenemos más distantes. Quizás no sea fácil hacerlo ahora, pero aprovecha la ocasión y el tiempo, que ahora juegan en nuestro favor.

Busca el espacio y permite la conexión interpersonal. Te sorprenderás de cuánto puedes conectarte con los que amas, conocerlos y comprender o actitudes conductas que quizás estabas juzgando o analizando desde el desconocimiento de las verdaderas emociones que lo generaban.

11.  Lleva un diario

 Llevar un diario te ayudará a categorizar tus sentimientos, ver como van evolucionando. La palabra escrita ayuda a desfogar, a ordenar, a categorizar. Te tomará pocos minutos al día y te aportará grandes beneficios.

12.  Haz un acuerdo de paz familiar 

La irritabilidad es una reacción normal durante la cuarentena y puedes caer en cierta agresividad. Puedes perder la paciencia mientras estés aislado. La irritabilidad puede marcar el tono de estos días. No lo permitas.

Has tratados de paz con los que estás compartiendo estos días de aislamiento y aplica la norma del respeto, la amabilidad, la delicadeza y la cooperación. Si alguien rompe el pacto, los demás miembros de la familia lo ayudan. Le dan tiempo, lo abrazan si se puede y quiere, lo hacen respirar profundamente.

13.  Practica la solidaridad

No olvides que la primera actitud solidaria es quedarte en tu casa (en la medida en que tu trabajo lo permita). Es un acto de respeto por nosotros mismos, por nuestras familias, por nuestra comunidad y nuestro país. Nunca nos necesitamos tan entrelazados los unos a los otros.

La cuarentena y es aislamiento es duro para todos, pero castiga especialmente a las familias mas necesitadas. Tu ayuda puede tener una influencia muy significativa para estas personas. Intenta participar en las múltiples iniciativas de ayuda que surgen en tu comunidad y país.

El contacto humano significativo con otros seres queridos fuera de nuestro seno familiar también es importante. Participa y organiza de videollamadas con diálogos afectivos y de contenidos positivos. Hay personas que necesitan de nuestra ayuda. Una llamada puede aportarles alegría y puede sostenerlos en el aislamiento. Procura encuentros grupales en las plataformas digitales, juegos, cumpleaños y todo lo que favorezca los contactos con otras personas. No te aísles, aunque estés separado.

14.  Saca una lección, encuentra el aprendizaje

De los grandes periodos de aislamiento han surgido muchas de las grandes obras de la humanidad. El trabajo de Newton, las novelas de Shakespeare, el Quijote de Cervantes, la reconversión de San Francisco Javier, entre muchas otras surgieron de grandes periodos de aislamiento como consecuencias de pestes o guerras. Quizás esa idea nos puede servir como inspiración para aprovechar sacar una lección y encontrar una aprendizaje.

La vida no está en pausa, la vida sigue, la vida es ahora. No esperes recuperar la normalidad. Tenemos una oportunidad de leer, aprender, mejorar, cultivarnos.

Pensemos en la cuarentena como un regalo para evolucionar. Tenemos todos los ingredientes para hacerlo. Aprovechemos para retomar ese idioma, ese proyecto, esa idea que tenemos en la cabeza, pero para el que no hemos tenido tiempo. ¡Propongámonos acabar la cuarentena como mejores personas de lo que empezamos!

Esto es una cuestión de resiliencia. Acabará. Todas las crisis tienen su caducidad. Saldremos algún día a festejar. 

María Helena Manrique de Lecaro

Directora de Orientar

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