¡35 años liceístas… Ya recogemos los frutos!

El Liceo Panamericano y sus 35 años de trabajo no son una improvisación y atravesaron las fronteras ecuatorianas. Hoy cientos de liceístas nos escriben y transmiten lo que la educación de nuestra institución significó en sus vidas.

Investigar los resultados de esa educación académica y formativa integral de nuestros liceístas fue una inquietud que la tecnología permitió lograr contactando a nuestros ex -alumnos vía correo electrónico para conocer que había ocurrido con todo lo entregado por nosotros en su vida universitaria, profesional y familiar.

Nos contestaron desde nuestro país y muchos otros lugares del mundo. Planteamos dos preguntas:

  • ¿Qué herramientas recibiste del colegio, y cómo te han servido en tu vida universitaria y profesional?
  • ¿Qué valores crees que se formaron en tu vida liceísta?

Difícil fue escoger entre tantos e-mails pocas respuestas para este espacio pero queriendo ser fiel a ellos transcribo algunas de ellas pues hacerlo desde mis palabras sería subjetivo y sé que la fuerza de su sincero testimonio que no recibió ni calificaciones, ni diplomas, ni nada a cambio, es infinitamente superior que mis palabras.

“Hoy que vivo en Italia, comprendo que lo que más me sirvió de mi colegio fue esa formación cristiana y los valores humanos que recibí. Una sociedad mas liberal como esta nos exige aplicar esos principios que deseo con fuerza traspasar a mis hijos pues aquí, esas son hoy mis herramientas. Ahora como esposa me doy cuenta también de cómo un hombre te llega a valorar mas por la educación que recibiste.“

“Odié economía y hoy en la universidad soy la mejor alumna en esa materia, solo la exigencia logró que yo pudiera vencer la distancia entre abandonarla y rendir a pesar de mi poca atracción hacia esta. Valoro la exigencia y escribo para agradecerle a mi profesor por ello.”

“Pasé toda mi vida en el Liceo y quedé marcado de buenas enseñanzas y costumbres. Mi Liceo me formó y me dio los conocimientos necesarios para tomar decisiones, tener proyecciones futuras de progreso y ser un profesional. Hoy desde Estados Unidos sé que allí aprendí el amor al prójimo, el amor a Dios, a madurar y a ser responsable.”

“Aprendí a trabajar en equipo y a llegar a consensos. El coordinador de mi área me dijo el otro día que prefería escoger liceístas porque le ponemos un énfasis especial al trabajo y por lo dispuestos que estamos para hacer bien las cosas.”

“Las bases académicas del Liceo fueron espectaculares, aunque aprovecharlas al máximo depende siempre de cada estudiante, pero de lo que siempre estaré agradecida es de la formación en valores humanos y cristianos. No dejen jamás las convivencias, los retiros espirituales, las misas. A pesar de que he tenido altos y bajos en mi vida religiosa sé que eso que tuve y que me formó es a lo que siempre debo volver, eso es lo bueno y mejor para mi vida.”

“Sueño con que mis hijos estudien en el Liceo. Aprobé el Preuniversitario de medicina solo rindiendo un examen y obteniendo excelentes calificaciones y luego me destaqué en Anatomía y Química. Yo no fui una alumna fácil y me moldearon a fuerza de paciencia. Prometo enviar a mis hijos educaditos.”

“En la universidad me di cuenta de que los conocimientos adquiridos en el colegio, son superiores a los de la mayoría. Y de los valores: la responsabilidad, sinceridad, unión, cortesía, perseverancia, el amor a Dios, ser mejor cada día, el empeño en las tareas y la  seguridad de saber que podemos lograr todo lo que nos proponemos fueron solo una parte de lo que se me vino con la muceta el día de mi graduación. ¡Gracias Liceo no dejen de contactarnos!“

Renovamos nuestro compromiso de educadores luego de estos 35 años sintiendo que  sus logros y estos testimonios nos inyectan la fuerza para continuar y confirmar que el éxito y la felicidad dependen de esa conjunción de conocimientos y valores, y para saber que una excelente educación si hace la diferencia. Nuestro esfuerzo y amor por la educación, vale la pena.

Gracias queridos ex–alumnos, gracias alumnos, gracias padres de familia por seguir confiando en nosotros para continuar impactando en sus vidas de forma positiva.

María Helena Manrique de Lecaro

Directora de Orientar

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