Cambiemos los roles educativos por un instante y pensemos que si el embarazo adolescente ha crecido tan significativamente en los últimos años podría ser tal vez porque los adultos debemos mejorar nuestros argumentos al educar a los jóvenes en contra de las relaciones sexuales precoces y los riesgos de vivirla.
Mis adolescentes me fueron llevando a través de la docencia y el dialogo a buscar la mejor forma de presentar en los talleres aquello que realmente resultara convincente para ellos.
Ellos nos escuchan pero valoro todo lo que tienen para decirnos a padres y maestros desde su perspectiva adolescente.
“La Campana Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes (EEUU) realizó una pregunta a los jóvenes: Si tú pudieras darles a tus padres y otros adultos importantes, consejos sobre cómo ayudarte a ti y a tus amistades a evitar el embarazo, ¿qué les dirías?”
Sarah Brown, Directora de la Campana Nacional (Campaign to Prevent Teen Pregnancy, Abril de 1999) resume en diez consejos las tendencias principales de los jóvenes. Transcribiré nueve de los consejos que podrían ser aplicables a nuestra realidad con mi experiencia Orientar añadiré el décimo.
- Demuéstrenos por qué el embarazo adolescente es tan malo.Por ejemplo, que los padres y las madres adolescentes nos digan ellos mismos lo difícil que ha sido para ellos. Aunque la mayoría de nosotros no queremos quedar embarazados, a veces necesitamos ejemplos de la vida real que nos motiven.
- Háblenos con sinceridad sobre el amor, la sexualidad y las relaciones. Ser joven no significa que no podamos enamorarnos o sentir un interés muy intenso por la sexualidad. Estos sentimientos son muy reales y muy fuertes para nosotros. Ayúdenos a manejar estos sentimientos de una manera que responsable . sin que nos hagamos daño a nosotros ni a otros.
- No basta con que nos digan que no debemos tener relaciones sexuales. Expliquen por qué opinan eso y pregunten lo que opinamos nosotros. Díganos cómo se sentían ustedes a esta edad. Escúchenos y tomen en serio nuestras opiniones. Y por favor, no nos sermoneen.
- Si les preguntamos sobre la sexualidad o el control de la natalidad, no den por sentado que ya hemos tenido relaciones sexuales. Tal vez sea simple curiosidad, o quizás queramos hablar con alguien de confianza. Y no crean que al darnos información sobre la sexualidad y el control de la natalidad van a empujarnos hacia las relaciones sexuales.
- Pónganos atención antes de que tengamos problemas. Todos necesitamos ánimo, atención y apoyo. Prémienos cuando hacemos lo correcto, aunque no parezca gran cosa. No se limiten a inundarnos de atención solamente cuando sospechan que estamos en riesgo o cuando hay un hijo en camino.
- A veces, lo único que se necesita para abstenerse, es que no se presente la ocasión. Si ustedes no pueden estar en casa con nosotros después de las horas escolares, vean que tengamos algo para hacer que realmente nos guste, allí donde haya más jóvenes y algunos adultos que se sientan a gusto con los jóvenes de nuestra edad. Muchas veces llegamos a las relaciones sexuales porque no hay nada más que hacer. No nos dejen tanto tiempo solos.
- De veras nos importa lo que ustedes piensen, aunque no siempre lo demos a entender.Cuando terminamos por no hacer exactamente lo que nos han dicho, no crean que fracasaron en su comunicación con nosotros.
- Demuéstrenos cómo son las relaciones buenas y responsables.A nosotros nos influye tanto lo que ustedes hacen como lo que dicen. Si demuestran generosidad, comunicación y responsabilidad en sus propias relaciones, es más probable que nosotros sigamos su ejemplo.
- Nosotros odiamos la consabida «plática” tanto como la odian ustedes. En vez de una lección, hablen con nosotros desde la niñez sobre la sexualidad y el sentido de responsabilidad. Y no dejen de hablarnos a medida que crecemos.
- Orientar añade: Exprese su afecto a su hijo hombre y mujer, abrácelo, construya una fuerte autoestima desde niño que lo haga sentir que el-ella es un tesoro y que todo su ser, cuerpo y sentimientos solo deben ser entregados de forma exclusiva y permanente con la persona que ame y decida vivir para siempre en matrimonio. Atrévase a proponerle vivir en la pureza como una virtud que desde su enamoramiento y aún después de casado puede permitirle ser fiel, vencer mejor las tentaciones y disfrutar de una sexualidad realizante y constructiva.
Si crees que hace falta un buen consejo, escríbenos y abramos nuestro propio foro nacional. Orientar_tuvida@yahoo.com
María Helena Manrique de Lecaro
Directora de Orientar
2006