Lo explicaban antes de graduarnos y no lo entendía hasta vivirlo. Lo duro de estar graduado. Primero, la oferta educativa en Ecuador es hoy en realidad vasta-generosa? Más oportunidades para nosotros, pero también mas difícil escoger. En consecuencia, más investigación que realizar respecto de las carreras y su relación con nuestro tiempo y dinero para nuestros estudios.
Casas Abiertas, Feria de Universidades, talleres “in house”, charlas de profesionales son algunos de los eventos que los colegios ofrecen con un gran esfuerzo a los estudiantes para conducir su elección. ¿Cuánto lo valoramos? Hoy creo que poco. Al vivir la incertidumbre posterior a los meses de graduación en que anhelas estar estudiando una carrera y tener una idea de hacia donde se dirige tu futuro te das cuenta que alguien estaba más preocupado que tu por ayudarte en esa elección, y que tal vez desperdiciaste esas oportunidades que llegaron en bandeja servida directo a tu mesa.
También comprendo algo de lo que llaman idiosincrasia local. ¿Criolla? ¿Ecuatoriana? La dificultad para anticiparnos, el no querer planificar, al menos el futuro inmediato -como lo es la elección de una carrera-. Vivimos un presentismo: vivir el aquí y ahora que luego pasa factura y sale caro en tiempo y dinero a nosotros y a nuestros padres. Elecciones de carreras o universidades por descarte, rotación o deserción de estas, solo por el supuesto “debes” estar estudiando en algo son algunos de los comunes problemas post graduación.
Tampoco creo que es fácil acertar en lo que conviene, quisieras y tienes aptitudes para estudiar, pero si creo que descendería la tasa de error si invirtiésemos tiempo e interés en anticiparnos a la elección con las oportunidades de las que estamos hablando.
El frenesí de vivir ese sexto curso como si fuésemos a morir juntos en la fiesta de grado saca de foco a algunos exacerbando el presentismo de vivir al máximo cada uno de los días y en especial fines de semana de ese año lectivo desequilibrando la balanza de: estudiar -divertirse- investigar el futuro.
Ciertos padres y profesores dicen que no hay apuro, que estamos jóvenes, que tenemos toda la vida por delante. Pero insisto, ese tiempo cuesta dinero y solo una minoría puede darse el lujo de perderlo.
¿Estás en sexto o en quinto curso? Puedes revertir tu situación. Debes safarte del contagiante “no tengo ni idea” que repites todo sexto curso cuando te preguntan que vas a hacer luego de graduado. Creo que se lo dice con la esperanza de que una magia junto con la muceta el día de la incorporación llegará con el mensaje de la respuesta correcta. Pero no llega.
Fácil es quejarse cuando no tienes las oportunidades pero esta se encuentra frente a ti. No la postergues. Goza y busca también tu futuro. Nadie muere en la fiesta de grado, pero si quieres morir después perdido en la tempestad de la inseguridad? Duda de descubrir adonde te diriges con tu titulo de bachiller.
María Helena Manrique de Lecaro
Directora de Orientar
Revista Vive – 2009