Mami repórtate por favor

Me ha pasado mil veces: mi mamá es tan despistada que tira su celular en la cartera y se olvida que existe. Jamás lo lleva a la mano, o en el bolsillo, o en un sitio en el que lo pueda coger rápidamente. Entonces cuando quiero hablar con ella es todo un trámite, timbro varias veces, le escribo mensajes… pero ni se percata. Cuando no la localizo y pasa mucho tiempo, a veces, me asusto de verdad. Pienso en el secuestro express, y en todos los peligros que hay en la ciudad.

Me imagino que en todo su trajín diario se olvida de llamarme. Confieso que sí he llegado a pensar, a veces, que no le importo, o me queda la duda de cuánto me ama. Es fuerte, pero esa es la sensación que me deja.

Algunos amigos son iguales a mi mamá. Pero no por despistados, sino por puras ganas de esconderse. Muchos mienten o dejan sonar el celular cuando llaman sus padres. Entonces esas mamás empiezan a localizar a sus hijos llamándonos a los amigos con los que supone podrían estar y se hace un relajo por la cadena de mentiras en las que nos involucran, simplemente por no contestar desde la primera llamada y reportarse diciendo dónde están.

Para terminar con este lío, un día tomé la iniciativa y le propuse a mi mamá que yo le avisaría a través del celular siempre que cambie de sitio o que necesite pedirle un permiso, a cambio de que ella lo hiciera también. Nos ha ido bastante mejor. Ya me siento más tranquilo, y ella también.

Me he dado cuenta que reportarse, decir dónde estamos a qué lugar iremos, da seguridad, uno se siente con confianza en el otro y se evita especular imaginando todas las cosas malas que podrían ocurrirle, o sitios peligrosos en los que el otro podría estar.

Y no importa la edad para reportarse. Una muestra de delicadeza para vivir tranquilos y con respeto es reportar -más o menos- a qué hora llegarás, si vas o no a cenar, si te irás de farra y… qué sé yo.

Si alguno tiene por sistema no contestar, pruebe lo contrario y verá cómo se le facilitan las cosas dentro de su hogar. A mi me va mucho mejor en este nuevo acuerdo con mi mamá.

María Helena Manrique de Lecaro

Directora de Orientar

Revista Vive, 2009

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