Marihuana ¿Otra droga socialmente aceptada?

Cuando conocíamos de gente que consumía drogas, vinculábamos su origen directamente a problemas familiares, a traumas de la infancia, a un vacío existencial que pretendía ser llenado con este sucedáneo que alejaba temporalmente de su triste realidad a quien la consumía.

Y efectivamente creo que si cada uno de nosotros, con adolescencia en los años 80, realiza un inventario de quienes estaban entre ellos y se quedaron “enganchados” con la sustancia, podría concluir que la mayoría eran personas que efectivamente tenían profundos problemas en su alma, en su familia, y que les fue difícil a algunos, si bien no a todos, tener luego una estabilidad afectiva, familiar, laboral, a lo largo de sus vidas. 

Las cosas han cambiado. La droga ya no está asociada solo a esa forma de escape de la triste realidad de la que se quiere huir. A más de ello, y en un primer nivel, la droga pero muy especialmente la marihuana se ha instalado en los jóvenes y muchos adultos como una opción de contenido natural, que permite relajarse, compartirla socialmente y la consideran inofensiva en relación al tabaco y alcohol.

No siempre se opta por la marihuana escapando de nada. Prácticamente está igualada a la naturalización que se ha hecho del alcohol como invitado social y generalmente es el paso siguiente a este. Nuestros adolescentes poseen muchos argumentos a favor de su consumo con la consabida creencia de que ellos «pueden dejar de consumir cuando les de la gana“ cuando en realidad sabemos que ese es un paradigma del consumidor y que, quienes se recuperan lo repiten a todas voces: “sabemos cuando entramos en la droga pero nunca como salimos”. Y un porcentaje importante  se queda atrapado. Y otro tanto pasa a consumir cocaína, aunque sea solamente para probar y pasar luego  a engrosar el número de quienes se enganchan luego en otras drogas y destruyen sus vidas a causa de ella.

«Soy funcional«, dicen algunos jóvenes profesionales. «No afecta mi desempeño laboral». «Peor sería que me emborrache y cause problemas a mi alrededor». «Ella es inofensiva». «La prohibición es lo que la vuelve más deseada y clandestina». Hoy que la prohibición en Ecuador ha cambiado su óptica hay más argumentos aún para defenderla. 

No se necesita describir el daño que la marihuana u otras drogas causan en la vida de las personas. Quiero separar en este artículo a aquellos para quienes la droga es el medio de fuga a su dolor existencial o familiar de quienes optan por ella como una forma de socialización minimizando sus consecuencias en su organismo, siquis y que desconocen que podrían ser sujetos de quedar enganchados para siempre. Este segmento de consumidores, a quienes me refiero, no pasa por problemas de autoestima o por traumas familiares. Simplemente tiene a la droga como un aliado de su vida y cree poder dominarla.

Ese grupo, principalmente entre los jóvenes de hoy que comienzan coqueteando con su primera droga: el alcohol y luego generalmente con la marihuana buscan argumentos y estadísticas que justifiquen su uso.

Mi llamado es a los padres de esos niños que aún no se han hecho jóvenes. Para que antes de que se encuentren en el medio social con la droga ya posicionada  como inocua, relajante y social puedan intervenir a tiempo brindándoles los argumentos que se necesitan para concienciarlos antes de que nos ganen la partida los que tienen los argumentos contrarios.

Este artículo no es para explicar los daños que causan las drogas, ese trabajo es de ustedes y también pueden acceder a esta a través de nuestro taller sobre la prevención de alcohol y drogas que tanta aceptación ha tenido en nuestro medio. Quiero alertarlos para que a pesar de sentirse tranquilos debido a que sus hijos están creciendo en un entorno saludable, seguro, con un buen o excelente desempeño académico y social y además su hogar esta bien constituido, usted como padre no debe descuidarse. Esos indicadores no le garantizan que su hijo se alejará de la droga llegado el momento en que los argumentos a su favor lleguen a un campo de criterios que no van más allá de que “la droga es mala” y por ello no hay que consumirla.

No se duerma en el paradigma de que a usted, o a su hijo no le puede pasar porque no tiene las variables que lo llevarían al consumo de droga. Hay que estar alerta a pesar de todo y la mejor forma de hacer una verdadera prevención es brindándoles los argumentos reales, científicos apropiados de su daño y haciéndoles conocer a su vez, los argumentos en contra de estos.

La búsqueda de esos argumentos no puede hacerse a la ligera pues lamentablemente inclusive cierto segmento de la comunidad científica se encuentra a favor de minimizar los riesgos de la marihuana en especial y una gran mayoría de legalizarla.

Obviamente, una familia que brinde el entorno para un diálogo afectivo, que forja una autoestima saludable y brinda un ejemplo coherente de sus padres en torno, no solo a las drogas sino a la cultura adictógena que nos rodea son el mejor antídoto para este flagelo que queremos combatir.

Los jóvenes, por supuesto, también necesitan ser informados y la palabra y el diálogo buscado con el sentido de la pertinencia y cautela que se requiere con ellos es el vehículo que nos permite llegar a ellos aunque nos pongan ciertos obstáculos para hacerlo.

Ninguna conducta de abuso se inicia por un solo factor causal pero uno de los puntos de riesgo es la “tolerancia social” es decir la indulgencia que la sociedad le da a los hábitos de consumo de ciertas sustancias como ya ha ocurrido en nuestro medio con el alcohol, completamente aceptado y patrocinado por los adultos, padres de familia en sus hogares a favor de sus hijos menores de edad. Abierta esta puerta de esta primera droga social, estamos ya en el escalafón de tolerancia, aún no elevada tácitamente al nivel de los adultos -salvo que la consuman también- pero si instalada en los jóvenes como algo aceptable, amable, natural y no peligroso.

Solo nuestra temprana acción preventiva logrará salvar a algunos de nuestros hijos pese a la presión de grupo que tendrán que manejar. Y para ello, la información adecuada solo sirve si va acompañada de una voluntad forjada reciamente.

Estos son unos línks que pueden ayudarlos a tener más  información y lo  si consideran oportuno mostrárselos a sus hijos según las edades y nivel  de madurez.

ADICCION AL ALCOHOL. Mejor hablar de ciertas cosas: http://youtu.be/auzxavPpXS4

El alcohol y tu cerebro Parte1: http://youtu.be/BAOQ2Qzz-Cc

Efectos de la Marihuana. Información para padres: http://youtu.be/kl5XP4j81-o

¿Cómo funcionan las Drogas? La Cocaína (Documental): http://youtu.be/VK1VY7KCAJc

En su búsqueda encontrarán muchos vídeos interesantes pero conozcan como puede ser defendida de forma atractiva y casi inocente. Sobreabundan los argumentos a favor de las drogas pero en especial de la marihuana.

Mitos y Realidades sobre la Marihuana. Datos comprobados de la mota: http://youtu.be/bg10nL3MgqA

María Helena Manrique de Lecaro

Directora de Orientar 

Revista Vive, 2013

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