Niños bien dormidos, niños más saludables

A poco tiempo del ingreso a clases, nuestros hijos probablemente hayan perdido el ritmo y los horarios que caracterizaban a la exigente jornada escolar anterior. El cambio es necesario luego de esos 200 días intensos que padres e hijos vivimos. Sin embargo, hay un dato importante publicado por el blog Neuronet Learning Research que es oportuno para este tiempo de vacaciones previo a un año lectivo.

Se recolectó información para un estudio, publicado luego en Medicina Preventiva, sobre patrones de sueño, índice de masa corporal y actividad física de 1.001 niños, de edades comprendidas entre 10 y 12 años.

“Los resultados mostraron que, durante la semana, los niños que dormían 9 horas o menos tendían a ser menos activos y más propensos a tener sobrepeso o ser obesos en comparación con los niños que obtenían más de 9 horas de sueño. Además, los niños que mantuvieron la cantidad de horas de sueño recomendadas (más de 9 horas) durante los fines de semana, exhibían niveles de actividad física aún mayores.Los niños que, durante el fin de semana, dormían por períodos excesivamente largos a modo de recuperar las horas de sueño pedidas durante la semana, eran aún menos activos durante el fin de semana. Los niños a menudo tienden a dormir más los fines de semana y días festivos para compensar la pérdida de sueño durante los días laborables. Sin embargo, no funciona así de simple; cortos períodos de sueño están asociados con un índice de masa corporal mayor y con menores niveles de actividad física. El sueño es un componente importante en mantener un estilo de vida saludable en los niños. Según un nuevo estudio, los niños que mantienen los niveles recomendados de sueño durante toda la semana, incluyendo fines de semana y durante las vacaciones, presentan los niveles más saludables y consistentes de actividad física.”

Niños bien dormidos, niños más saludables sería la conclusión; por lo que en lo que nos resta de tiempo, vale la pena que hagamos un esfuerzo sostenido para que realicen actividades físicas de mayor intensidad que les permitan descansar las horas indispensables con buena calidad de sueño. Esto se contrapone por supuesto a permanecer horas frente a una pantalla, lo cual suele incrementarse en las vacaciones y que estimula su actividad cerebral en horarios en los cuales debería más bien ir descenso a fin de que su cuerpo y mente se preparen para el necesario descanso nocturno.

Es conocido que mantener horarios de sueño irregulares produce en los niños la somnolencia durante el día, que a su vez genera desgano y mal humor así como las dificultades académicas y conductuales que luego afectan su vida y la de la familia.

¡A organizar el sueño!

María Helena Manrique de Lecaro

Directora de Orientar

Revista El Club de Suscriptores, 2014

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