Las tendencias de cada época necesitan ser filtradas y moderadas. Las actuales, se transmiten a través de toda esa belleza física, abundancia de bienes y escenas de vidas felices que se muestran en las redes sociales y que las niñas y adolescentes miran por horas, que las llenan de envidia, inseguridad, llevándolas finalmente a una baja autoestima.

Cuando llega la pubertad y la adolescencia y toda esa oferta de propuestas súper atractivas se presenta a las chicas, es imprescindible que cuenten con una autoestima elevada y con criterios claros, para tomar buenas decisiones personales que las ayuden a elegir bien y a tener un mejor manejo de la presión social.

El resultado será que al final de esta etapa, posean una personalidad bien estructurada y se encuentren rodeadas de quienes realmente las valoran y respetan.