¡Qué pereza, colegio otra vez!

Volaron las vacaciones y toca empezar de nuevo el colegio. Volver a la rutina tal vez más difícil este año porque creen que como uno creció ya debería dar más y ser más responsable. Se les ocurre cada cosa a los profesores cuando llegamos empezando por pedir las tareas vacacionales que no se ni para que las mandan si solo un nerd las hace y el resto las copia. 

No sé si de verdad creen que vale la pena mandarlas o si se autoengañan. He hecho una encuesta y en la época de los profesores y de nuestros papás no existían esas maldades de tareas vacacionales. No sé en que momento se distorsionó el concepto de vacacionar para ellos o con quién quieren desquitarse. Les daría la idea a los directivos de que les envíen a ellos también una planificación o algo que hacer en la temporada para ver que sienten. Pero creo que  son los directivos los de la macabra idea. Me cambiaría de colegio solo durante las vacaciones a uno que no envíe las tareas.

Lo bueno es que estaré de nuevo con muchos de mis amigos y compañeros que solo vi “conectados” o en el facebook pero sin saber mayor cosa de lo que hicieron. Y podremos reírnos de nuevo con las ocurrencias de algunos que no son tan amigos pero que amenizan la rutina y otros que son aburridos pero que hacen de la clase un lugar para disfrutar. 

La otra cosa buena es que como tampoco quisiera estar de vacaciones toda la vida, el desafío de estudiar si vale la pena. No puedo imaginarme que sería de mi sin colegio. Un ignorante completo. Si me pongo a ver todo lo que el colegio me ha dado y si me comparo con otros chicos que no han tenido esta oportunidad educativa, la verdad es que si encuentro diferencias. Mejor doy gracias a Dios por lo que he tenido y tengo porque con la crisis que se viene a lo mejor ni los colegios nos dejan escoger, nos hacen más difíciles las cosas y hasta la biografía de Correa nos hacen estudiar.

Además que no valorar lo que uno tiene dicen que es soberbia y que a veces no se lo valora hasta que se lo pierde. No quisiera ni perderlo ni ser soberbio.

En realidad me he planteado algunos objetivos para el nuevo año que quisiera poder cumplir: mejorar mis notas para subir mi promedio general, no enemistarme por tonteras con unos compañeros que la verdad no me hicieron nada tan grave como yo creía, tratar de abrir más mi grupo de amigos a otros que tal vez no vayan a ser mis íntimos pero que son buenas personas y quisiera conocerlos mejor, leer más, aprender en serio. 

Ya quiero entrar al colegio, pensándolo bien es un buen lugar para crecer mucho como persona, madurar y a la vez divertirme.

María Helena Manrique de Lecaro

Directora de Orientar

Revista Vive, 2009

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