Falso, la familia atraviesa desde que se forma hasta que termina por crisis llamadas “vitales” que arrancan desde el noviazgo que formó ese matrimonio, la llegada del primer hijo, la escolaridad y adolescencia de los hijos para luego verlos partir con sus propias libertades y decisiones que erradas o acertadas forman parte de su vida de jóvenes o adultos independientes.
¿Cómo nos movilizamos, adaptamos o respondemos en cada una de esas crisis? Ese es el quid del asunto. La familia funciona interconectada como un todo y en ella nada escapa al influjo de los otros. Las crisis tocan de diferente manera a todos los miembros de la familia. Pero en un sistema familiar la realidad, no solo es lo dado, sino también lo posible.
Esto nos lleva a ser capaces de pensar en un futuro diferente, de acuerdo a la capacidad creativa e innovadora de cada uno. ¿Adonde quisiera que mi familia llegue? Aquí no aplica el -¡mi familia es así!- como si nos hubiese tocado un molde de catálogo con el que nada podemos hacer. Los capitanes de los barcos toman las decisiones que guían su rumbo y lo desvían hacia otros puertos cuando es necesario.
De los padres depende esa capitaneada a un puerto extraordinario, en donde el amor, los valores y los sueños puedan hacerse realidad porque a lo largo de la travesía se fueron definiendo las rutas y usando los instrumentos para lograrlo.
¿Qué tipo de familia sueñas? Planifícalo para que te acerques un poco más a la realidad. Hazlo realidad.
Planificar mi sueño de familia.
Quisiéramos que nuestros hijos tengan:
- Describir valores
- Habilidades/Destrezas
- Relaciones con nosotros como padres y con sus hermanos
- Relación con los demás
- Relación con Dios
María Helena Manrique de Lecaro
Directora de Orientar
Revista Vive, 2011